Llevo seis años trabajando como autora independiente, y cada vez parece que emerge un tipo distinto de lector. Unos que se consideran literatos mega ilustrados y otros que creen que lapidar a un autor con sus palabras los hace merecedores de un aplauso como «críticos». Ninguna de estas dos clases me parece saludable para una industria de por sí afectada por la carencia de estímulo financiero, «marketero», y de guía, a través de las sinuosas aguas de la auto-publicación.

Dicho lo anterior (que lo llevaba atorado en la garganta durante ya tiempo), me quiero referir al oficio en sí durante estos tiempos de resistencia. ¿Resistencia a qué?, se preguntarán. Pues, le diré que, básicamente, a no morir (en el departamento creativo) durante el intento de sacar adelante una historia, cuando la realidad que nos rodea es bastante lúgubre. El poder de la mente es brutal, aunque también lo es la persistencia y ganas de evasión. (Gracias universo por los multicanales de evasión que me diste).

Para quienes (tal vez se identifiquen conmigo) han tenido complicación para trabajar su historia. Les doy algunos tips que me están funcionando (en especial después de la debacle que tuve durante al menos dos duras semanas).

a) Recuerda siempre lo que te motivó a escribir esa novela en primera instancia. Vuelve a enamorarte de la idea, y sus personajes.

b) Cuando empieces a sentir que nada fluye o funciona, entonces plantea tres diferentes versiones de lo que crees que debería suceder en ese punto de la novela en el que te hallas. Una de esas tres opciones servirá para descongestionar tu proceso.

c) Lee novelas que tengan un ambiente similar (o universo) en el que se desarrolle tu historia. Esto te servirá para que logres comprender que existen muchos giros diferentes que puedes considerar. Además te ayudará a analizar perspectivas que no habías considerado antes para tu novela. Hazlo a modo de estudio de tu universo y/o género narrativo.

d) Si llega el temido bloqueo de autor, no te exijas. Deja el manuscrito durante dos días. Empieza a hacer todo, menos pensar en la historia pendiente. Haz un cronograma de actividades durante ese tiempo que te permita disipar la mente.

e) Al concluir la escritura de tu novela elige lectores beta que estilen leer en tu género. De nada sirve pedirle ayuda a una persona que jamás lee novela negra, porque no solo que leerá sin ganas, sino que su crítica no te ayudará a mejorar en los puntos que más necesitas.

¿Les sirvió de algo? ¡Espero que sí!

Nos leemos pronto,

K.R.